El consumo responsable comprende mucho más que controlar la medida en la que compramos, sino que también abarca el estar informados sobre el trasfondo de esta acción.
Tu eres el consumidor, sé uno responsable.
Muy probablemente nos llevemos unas cuantas sorpresas ya que los grandes monopolios no tienen total transparencia en cuanto a sus procesos y los efectos negativos de los mismos porque la ignorancia del consumidor amplía su margen de venta. Pero la realidad es que nosotros tenemos el poder de elegir, cuestionar, y conocer lo que hay detrás de aquellos productos para así poder cambiar, ser consumidores conscientes es nuestra responsabilidad.
TU CONSUMES, TU ELIGES.
Como bien se mencionó anteriormente, el consumo responsable no solo se refiere a controlar el aspecto cuantitativo del mismo, sino que también hace alusión a conocer, cuestionar y validar el background y las fuentes de donde provienen aquellos productos u objetos buscando siempre optar por aquellos que tengan un fuerte compromiso ético.
Desafortunadamente muchas veces las grandes industrias ofrecen productos que son resultado de la producción de cadena en fábricas con condiciones laborales deplorables, cuyos trabajadores son explotados y no remunerados como se merecen. De la misma manera, los procesos de producción no son amigables con el ambiente ya que los materiales o la maquinaria utilizada crea una contaminación impresionante y los residuos creados en estos procesos no son desechados de manera adecuada. Cabe recalcar que por default la mayoría de los productos del mercado caen en esta problemática y por consiguiente el seguir consumiéndolos no crea un beneficio para el bienestar intrínseco y extrínseco de todo aquello importante para el humano.
La cuestión no es dejar de consumir, sino saber qué consumir.
Los productos u objetos esenciales para cubrir tus necesidades básicas no tienen que dejar de formar parte de tu vida, lo que hay que hacer es empezar a buscar alternativas y marcas transparentes cuyos principios busquen salvaguardar y comprometerse con el bienestar colectivo. Puede que al principio encontrar alternativas y optar por el consumo responsable no sea fácil pero poco a poco el cuestionar y reflexionar antes de comprar se volverá un paso habitual que realizarás de manera inconsciente.
Elige consumir responsable y conscientemente en empresas y marcas cuyos valores vayan de acuerdo con los tuyos.
Recuerda que tú como consumidor tienes la responsabilidad, y un consumidor informado tiene el poder de hacer un cambio.